nieve
lunes, 11 de noviembre de 2019
miércoles, 6 de marzo de 2019
miércoles, 9 de enero de 2019
LIBRO HOMENAJE A FRANCELINA ROBIN
Estoy encantada de contarles una
noticia que tan feliz me hace, el pasado 12 de diciembre recibí un homenaje desde la fundación Granada Costa. Don José Segura Haro, el director de la fundación, hizo un breve resumen de la trayectoria de mi vida. Además, Doña Carmen Carrasco Ramos, delegada nacional de poesía, presentó mi sexto libro en el evento. Fui obsequiada con un libro en homenaje, este libro está compuesto por diversos poemas míos y también de varios compañeros escritores que me han dedicado unas palabras en forma de verso. Además, aparecen fotografías tanto de mis años como bailarina como de momentos especiales de mi vida, a continuación les muestro la portada:
Es, para mí, un honor que mi director de Granada Costa fuese partícipe de este libro, él me hizo el prólogo, lo adjunto a continuación:
Gracias a Granada Costa por todo lo que han hecho por mí, estoy encantada de haber encontrado una nueva familia. ¡Además encontré un hermano!
DAME LA MANO Y HAZME BAILAR
El pasado diciembre
de 2018 publiqué mi último libro llamado “Dame la Mano y hazme Bailar”. A causa
de la enfermedad tuve que dejar de bailar con las piernas y pasé a bailar con las
manos. Decidí unir mis dos pasiones y crear un libro en el que cuento mis
andaduras por las pistas de baile de Europa. Tengo el honor de presentarles, a
continuación, el prólogo del libro que me escribió mi gran amiga y delegada Nacional
de Poesía Carmen Carrasco Ramos.
PRÓLOGO FRANCELINA ROBIN, FLOR
DE LA DANZA
Francelina tiene nombre de muñeca y toda ella
ha sido como una muñeca, en apariencia frágil, pero es una mujer fuerte,
luchadora, navegando en el mar de la vida hasta alcanzar su orilla. Escritora,
poeta, filósofa, vidente, estilista, jardinera, gastrónoma y, finalmente,
bailarina. En una palabra: artista. Dios le ha repartido muchos talentos y ella
los ha sabido aprovechar y, saliendo de la nada, ha ido subiendo peldaños hasta
situarse en el pináculo donde actualmente se encuentra gracias a su tesón,
voluntad, trabajo y a no dejarse vencer por las vicisitudes que la vida le ha
deparado, que no son pocas. ¿Pequeña? ¿Frágil? ¡Grande! El presente libro, Dame
tu mano y hazme bailar, está dedicado por completo al baile a la danza, de la
cual dice acertadamente esta bailarina: Una danza es como formar un hermoso
jardín con figuras y flores. Los leves pasos de una bailarina revelan la
delicadeza de una mujer que baila sobre el viento. Es poesía en movimiento. Es
también un canto al baile, donde junto a Claude, su marido y pareja, tantos
éxitos ha cosechado y tan numerosos premios -sobrepasan con creces los cien-
que conservan en sus vitrinas como tótems sagrados del dios del baile.
Recuerdos de aquel pasado glorioso en el cual fueron campeones a nivel
internacional, aclamados por todos, aplaudidos por miles de manos, años en que
eran ¡dioses de la danza!
Francelina, añorando aquellos tempos felices,
ahora que su cuerpo ya no responde a la danza, comenta: Tengo pena de ser en
esta orilla un tronco sin ramas. Y es que el baile lo lleva en sus venas, es
como algo que se apodera de ella y hace que su cuerpo flote, se eleve y se
vuelva etérea en brazos de su pareja Claude. El presente libro es un recorrido
a través de la vida de estos dos grandes campeones durante los años en que todo
su mundo giraba alrededor del baile, los viajes para tomar parte en los mil y
un campeonatos en los que salían ganadores en la inmensa mayoría de ellos, pese
a alguna zancadilla o injusticia que les privaba del galardón. Autodidactas,
sólo vivían para el baile, entregándose a él en cuerpo y alma, tanto ella como
Claude. Dame tu mano y hazme bailar es un libro muy bien escrito, con
profundidad de pensamientos y metáforas, narrado con un lenguaje sencillo pero
elegante. Veamos como muestra algunas reflexiones que la autora hace a lo largo
de sus páginas: El baile es una pasión que nos hace mover nuestro corazón,
olvidamos nuestros dolores, tristezas y penas escondidas. Es una poesía en
movimiento, es el lenguaje universal del alma. ¡Se llama Danza y viene del
Cielo! A veces, este lenguaje narrativo se torna poético, caso de los párrafos
escritos en cursiva, en donde los renglones son prosa poética y las metáforas
bailan entre ellos siguiendo el ritmo de las palabras. Véanse los párrafos,
bellísimos y llenos de sensualidad de las páginas 74, 87 y 88, como ejemplo, en
los que vivían días felices envueltos en sedas, lentejuelas, plumas, pedrería,
música y amor. Después, vendrían días en que las nubes del pasado regresan de
forma virtual, la daga apuntando a la cabeza… (enfermedades) y se acabaron
aquellas hermosa noches en que la luna estaba linda y el cielo estaba bello,
bailando en tus brazos.
Destaco del presente libro, sobre todo, los
apartados en cursiva intercalados a lo largo del libro, plenos de reflexiones y
emotivas evocaciones oníricas evocando momentos de un baile pleno de
sensualidad y ensueño: Danza, danza, bailarina, pon en tus pasos toda la
armonía y toda la poesía en las puntas de tus pies… Numerosas fotos ilustran
las páginas del libro, documentos gráficos de tantos momentos triunfales
durante sus recorridos por toda Europa, de éxito en éxito, “vistiendo” los
bailes con esos suntuosos trajes que ella misma diseñaba como la artista
polifacética que es. Aquello fue un sueño y hoy, conformada, escribe la autora
del libro: Dios me dio ahora otro baile, el de las letras - gracias a Granada
Costa- y algún día seré conocida aunque sea de aquí a 100 o 200 años. Ya eres
famosa, Francelina. Tu etapa actual como escritora y poeta ya se ha visto
recompensada con nuevos premios que el mecenas de las letras, D. José Segura
Haro, concede a través del jurado en sus Certámenes. Premios que te harán tan
feliz como los recibidos en el baile y seguirás sonriendo porque, como bien
dices, aunque la vida te arrancó lágrimas, no consiguió apagar tu sonrisa.
Sigue adelante, que la vida aún guarda para ti muchas cosas buenas. Mis mejores
deseos de éxito dedicándote este poema.
FRANCELINA
Elévate con tu danza por encima
del mundo;
por encima del amor. .
Francelina, sigue bailando.
Viste de nuevo tu cuerpo de
sílfide
con una nube de tul ilusión.
Calza tus pies diminutos
con zapatillas aladas de raso.
Olvida aquella perdida ilusión.
Y sigue bailando.
Mueve tu grácil figura al compás
de la música que armónica suena.
Vuela por los aires, incorpórea,
etérea,
cual flor en el viento,
ligera, sin peso.
Olvida tu cruel desengaño.
Y sigue bailando.
El mundo rendido tendrás a tus
pies,
hechizado ante la belleza
que tu danza encierra
creando, cual ninfa, mágico
ballet.
Cálidos aplausos irán mitigando
la amarga traición. Olvida el
fracaso.
Y sigue bailando. Danza, danza,
bailarina.
Que nunca se paren tus ligeros
pies.
Y tu cuerpo siempre en
movimiento,
cual graciosa muñeca girando
al compás del son,
hallará en la danza el único
amor.
¡Francelina, sigue bailando!
Carmen Carrasco, delegada nacional de poesía
Granada Costa
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